
El incumplimiento de los plazos de entrega parece ser algo muy común, algo que no llegamos a entender. Incumplir un plazo es, ni más ni menos, faltar al respeto no sólo a tu propio trabajo, sino al de los comerciales y vendedores de tu empresa.
Hay que recordar que vivimos de los clientes. Nos pasamos la vida haciendo todo lo posible por conseguirlos, y si luego incumplimos lo prometido es algo que no sólo es imperdonable, sino motivo de un fracaso anunciado.
Si incumplimos con el cliente —según creemos— este cliente se perderá. En un medio como el actual, donde la competencia está al orden del día y el consumidor cada día es más exigente e informado, es poco probable que no tenga otras alternativas a las que acudir.
Y este cliente molesto, enfadado por el incumplimiento, no sólo dejará de darnos su confianza, sino que se ocupará de que otros clientes potenciales sepan que no somos de fiar.
Sabiendo esto —algo que debería ser de sentido común— ¿cómo es posible que haya empresas que no lo tengan en cuenta?
Nuestros plazos de entrega
En ICP Equipados, a fin de poder cumplir con nuestros plazos de entrega, nos hemos equipado con los recursos humanos, industriales y de inspección necesarios para dar respuesta inmediata a las necesidades que nuestros clientes nos plantean.
Esto nos permite ofrecer no sólo lo mejor de nosotros mismos, sino ofrecerlo justo a tiempo.